
Desde la distancia y ante la imposibilidad de poder disfrutar este año de una fiesta a la que muchos nos sentimos ligados como Carolinenses quiero celebrar el día con este recuerdo que traduzca el sentimiento de que los que estamos fuera tambien estamos alli.
En un día de noviembre, frio y desapacible pero con recuerdo a polvora quemada, al correr detrás de la varilla del cohete, a traca borde y estruendosa a eco de tambores y cornetas solo resta imaginar la comida de hermandad, la procesión, el libro y la vela, la rifa del marrano y el grito silencioso hasta otro año de:
¡VIVA SAN JUAN DE LA CRUZ! ¡VIVA NUESTRO PATRÓN! ¡VIVA LA FIESTA!
A los que podeis, disfrutadla por los que no podemos hacerlo y que os aproveche amigos.