No, si no se iba a hablar de “eso”. Cuando llegué y pregunté ¿Cómo estaban los ánimos con los cambios producidos? hubo silencios delatadores y algún comentario de ”¡yo no voy a hablar de eso!” No hicieron falta más que un par de Mahou , unas lonchas de panceta a la plancha, unos tacos de queso y jamón y dos o tres vueltas de la bota (que por cierto necesita un parche) de una excelente mezcla, creo que ejecutada por Emiliano, para que saltaran todos los resortes y se disparara el festival.

Lo que allí se dijo y lo que allí se comento quede para los presentes (los ausentes que hubieran estado en momento tan expectante). El caso es que todo acabó como empezó, la sana discusión dio paso a la excelente paella preparada por los campeones locales (!que suerte poder contar con tan prestigiosos cheff¡). ¡Ah!, los de las cartas ni caso, ellos a su bola, solo se levantaron para comer y cuando se fue la luz del día (como siempre).